Glosario

Definiciones

Educación para el Desarrollo

Definición

Es un concepto propio de la cooperación española, equivalente a la actividad que el CAD denomina “sensibilización sobre los problemas relacionados con el desarrollo” (código CRS 99820). La Estrategia de Educación para el Desarrollo de la Cooperación Española (2007) define la educación para el desarrollo como un “Proceso educativo (formal, no formal e informal) constante encaminado, a través de conocimientos, actitudes y valores, a promover una ciudadanía global generadora de una cultura de la solidaridad comprometida en la lucha contra la pobreza y la exclusión así como con la promoción del desarrollo humano y sostenible”.

Valoración

El enfoque que subyace detrás de la educación para el desarrollo es el de transformar la forma de pensar en los países desarrollados para hacer más duraderos y sostenibles los cambios que la política de cooperación impulsa en los países socios. El Plan Director 2009-2012 decía acertadamente que “la construcción de una sociedad comprometida de una forma continuada con la erradicación de la pobreza y con el desarrollo humano y sostenible debe ir acompañada necesariamente de un proceso educativo que informe, forme y comprometa a la ciudadanía”.

Sin embargo, parece que los esfuerzos realizados no están siendo suficientes, pues a pesar de que la Cooperación es la política pública más recortada durante la crisis (hasta un -70%, muy por delante de cualquier otra) no se observa un coste político para el Gobierno responsable, apenas se habla de ello en los medios de comunicación, y rara vez está presente en el debate ciudadano. Esto se debe, fundamentalmente, a que buena parte de la población no es consciente de que la cooperación es una política pública, ya que sí se constata una conciencia solidaria entre la población española: según el Barómetro del Real Instituto Elcano de diciembre de 2013, el 63% de los españoles considera que debe aumentar el gasto en cooperación, frente a un escaso 15% que opina que debería seguir disminuyendo.

Por otro lado, es fundamental que la cooperación descentralizada (Comunidades Autónomas, Entes Locales y Universidades) siga liderando los proyectos de Educación para el Desarrollo, ya que por su propia naturaleza (mayor proximidad a los ciudadanos y a las ONGD presentes en sus ámbitos territoriales) son el actor más apropiado para hacerlo. Durante la vigencia del III Plan Director (2009-2012) España desembolsó 210 millones de euros en educación para el desarrollo (bilateral), financiando el gobierno central un 23% y los entes descentralizados el 77% restante.

Ejemplo: La educación para el desarrollo son gastos que tienen lugar en el país donante, consistiendo en talleres, conferencias, proyectos especiales de investigación, etc., que se llevan a cabo para generar una mayor sensibilización e interés social por la cooperación al desarrollo. Por ejemplo, una intervención que consta en los registros de AOD española del año 2012 es la subvención de 202.000 euros entregada por la Junta de Andalucía a Oxfam Intermón para formar al alumnado y profesorado andaluz en ED, como parte de la asignatura Educación para la Ciudadanía Global y en el marco de un programa de tres años de duración; en 2012 el programa se desarrolló en 232 centros, implicando a 267 docentes y 2.753 estudiantes.

Referencias

MAEC; 2007.- Estrategia de Educación para el Desarrollo de la Cooperación Española.

Términos asociados

cooperación descentralizada, enfoque basado en derechos, Meta 0,7

Equivalencia en inglés

promotion of development awareness

Categoría

Gestión de la ayuda

Eficacia de la Ayuda

Definición

No existe una definición cerrada de este término, pues en cierto modo tiene vida propia y evoluciona al ritmo que los actores internacionales hacen evolucionar la propia política de cooperación. Desde el compromiso formal alcanzado en 2005 con la Declaración de París sobre Eficacia de la Ayuda el concepto se ha ido enriqueciendo y depurando, enfocándose cada vez más hacia la óptica de los países y población beneficiaria de la ayuda; poco a poco, estos van liderando procesos y la agenda internacional, como se ha ido poniendo de manifiesto en los foros que siguieron a París: Accra (2008), Busán (2011), México (2014).

De manera abstracta, la ayuda es eficaz cuanto mejor contribuye a que el país beneficiario alcance sus objetivos de desarrollo. El término engloba una gran variedad de cuestiones relacionadas con la gestión y entrega de la ayuda, cuestiones que atañen tanto a los donantes como a los socios.

Valoración

El cambio de foco hacia los países beneficiarios de la ayuda y un replanteamiento de las relaciones Norte-Sur han sido fundamentales para avanzar en la agenda de eficacia. En cierto modo se puede hablar de un cambio de paradigma, pasando de la visión asistencialista de la primera y segunda generación de ayuda al desarrollo, a una visión que pone el acento en la sostenibilidad, el empoderamiento de los países y sociedades de los países del Sur, y en el desarrollo de sus capacidades. La forma de hacer cooperación es un aprendizaje continuo que en ocasiones necesita recurrir al método de ensayo y error; todavía los resultados son muy pobres en algunos de los indicadores de desempeño, pero las experiencias de los últimos años deben ser un buen acicate para seguir avanzando hacia ayuda cada vez más eficaz.

Ejemplo: La Declaración de París construye la eficacia en torno a cinco principios, cuya definición se puede consultar en este Glosario: alineamiento, apropiación, armonización, gestión orientada a resultados y rendición de cuentas.

Referencias

OCDE; 2005-2008.- Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda al desarrollo y Agenda de Acción de Accra

OCDE; 2014.- Hacia una cooperación al desarrollo más eficaz. Informe de Avances 2014. 

Términos asociados

calidad de la ayuda, Declaración de París, alineamiento, apropiación, armonización, gestión orientada a resultados, rendición de cuentas

Equivalencia en inglés

aid effectiveness

Categoría

Eficacia de la ayuda

Elemento de donación

Definición

Mide el nivel de concesionalidad o liberalidad que contiene un préstamo: para poder ser considerado en las estadísticas de AOD el elemento de donación que contiene la ayuda reembolsable ha de ser superior a un determinado umbral (U%).

El nivel de concesionalidad del préstamo se calcula respecto a una tasa de interés de referencia (r%), de modo que todo préstamo que se conceda por debajo de esta tasa llevará incorporado un elemento de donación; un préstamo sin carencias concedido al r% de interés llevará un elemento de donación del 0%, mientras que la ayuda no reembolsable (es decir, donación) lleva un elemento de donación del 100%.

Los valores (U,r) han cambiado recientemente, después de 40 años sin variar:

  • Para los flujos de AOD anteriores a 2015: U=25%, r=10% à un préstamo es computable como AOD cuando su elemento de donación es de al menos un 25%, calculado para una tasa de descuento del 10%.
  • Para los flujos de AOD reportados a partir de 2018: diferentes valores (U,r) dependiendo de la renta del país beneficiario à se requiere un elemento de donación del 45% para los países menos adelantados y otros países de renta baja; 15% para los países de renta media-baja; 10% para los países de renta media-alta. De la misma forma varía la tasa de descuento aplicable: tomando como base la tasa de descuento utilizada actualmente por el FMI (5%) se suma un diferencial de riesgo dependiendo del país beneficiario, de modo que la tasa a aplicar para los países menos adelantados y otros países de renta baja es del 9%, para los países de renta media-baja del 7%, y para los países de renta media-alta del 6%. Se acuerda asimismo actualizar de forma periódica los umbrales y las tasas de descuento indicadas.
  • Para los flujos reportados entre 2015 y 2017 se han de utilizar los dos sistemas antes descritos.

Valoración

Las reglas del CAD para valorar la concesionalidad de la ayuda reembolsable se habían quedado obsoletas, ya que la tasa de referencia que se empleaba (10%) no se corresponde con la realidad de los mercados internacionales. De este modo, las OFIMUDES podían obtener préstamos al 2-3% de interés y prestar ese mismo dinero a un país en vías de desarrollo con un interés del 5-6%, consiguiendo que compute como AOD.

Ahora bien, la reforma aprobada por el CAD a finales de 2014 no resuelve toda la problemática y deja importantes sombras:

  • El incentivo para promocionar la ayuda reembolsable hacia los países menos adelantados que subyace a la reforma amenaza con incrementar su endeudamiento hasta niveles insostenibles.
  • Asimismo, aunque se incentiva una mayor liberalidad (en general) de la ayuda reembolsable, al mismo tiempo se está incentivando el empleo de la ayuda reembolsable en sustitución de las donaciones puras, ya que el nuevo sistema de contabilización permite que cualquier crédito de AOD que cumpla con los requisitos establecidos tenga un efecto neto positivo en las estadísticas de AOD (antes, su efecto se neutralizaba a lo largo del tiempo).
  • No resuelve el problema de distorsión en las estadísticas oficiales de AOD, simplemente varía el tipo de distorsión. Antes, los años con mayor volumen de ayuda reembolsable se engordaban las cifras, en detrimento de aquellos años en que se consumaban menos operaciones pero entraba un importante volumen de reembolsos. Ahora, al dejar de computarse en negativo los reembolsos, van a quedar infladas las cifras de AOD de los años anteriores a la entrada en vigor de la reforma.
  • El nuevo sistema sigue sin arrojar transparencia sobre los intereses anuales que ingresa el país donante por los créditos que ha concedido.
  • Se reconoce, no obstante, que en el largo plazo esta reforma proporcionará información más transparente y fehaciente sobre el esfuerzo anual que cada país realiza.

Ejemplo: Imaginemos que la Corporación Andina de Fomento (CAF) concede al gobierno de Bolivia un préstamo de 1.000 millones de dólares, a una tasa de interés anual del 6%, con un vencimiento a 20 años y sin períodos de gracia previstos. El resultado financiero de calcular el elemento de donación de este préstamo respecto a un préstamo a la tasa de referencia del 10% es del 25,1%, por lo que el préstamo sí podría haberse reportado como AOD antes de la reforma de 2014. Sin embargo, bajo las nuevas reglas corresponde aplicar una tasa de descuento del 7% (Bolivia es un país de renta media-baja), a resultas de la cual se obtendría un elemento de donación de tan solo el 7,4%; este último valor está por debajo del umbral U=15% aplicable a los países de renta media-baja, por lo que no procedería reportar como AOD la operación descrita.

Esta simulación ha sido realizada por medio de la calculadora financiera del CAD.

Referencias

OCDE; 2014.- Converged statistical reporting directives for the creditor reporting system (CRS) and the annual DAD questionnaire –Addendum 2.

DAC High Level Meeting. Final Communiqué. 16/12/2014.

Términos asociados

Ayuda Oficial al Desarrollo, ayuda reembolsable, OFIMUDES

Equivalencia en inglés

grant element

Categoría

Gestión de la ayuda

Enfoque basado en derechos

Definición

El enfoque basado en derechos humanos es un marco conceptual que se fundamenta en las normas internacionales de derechos humanos y que operativamente está dirigido a promoverlos y protegerlos. En el punto de partida del enfoque basado en derechos se encuentra la idea de que  el desarrollo y los derechos humanos son interdependientes y se refuerzan mutuamente, y que la pobreza se entiende como una vulneración de los derechos humanos.

Valoración

A pesar de la estrecha relación entre cooperación para el desarrollo, Declaración Universal de Derechos Humanos e instrumentos internacionales de derechos humanos, incorporar un enfoque basado en derechos en las políticas de cooperación y de reducción de la pobreza es un reto importante en la práctica. Los derechos humanos se contemplan como materia prioritaria en varios de los países, pero solo una minoría de agencias de desarrollo se ha comprometido a integrar este enfoque.

Ejemplo: Un prerrequisito de este enfoque es la integración de los principios de derechos humanos en todas las tareas del desarrollo (definición de políticas, planificación estratégica, programación, financiación, ejecución de intervenciones y evaluación): 1) Universalidad, indivisibilidad, interdependencia e inalienabilidad de los derechos humanos; 2) Igualdad y no discriminación (incluyendo igualdad de género); 3) Participación para el empoderamiento; 4) Transparencia y responsabilidad.

Referencias

Red Enderechos y AECID; 2011.- El Enfoque Basado en Derechos Humanos y las Políticas de Cooperación Internacional.

Términos asociados

educación para el desarrollo

Equivalencia en inglés

rights-based approach

Categoría

Gestión de la ayuda

Enfoque basado en programas

Definición

VER Ayuda Programática

Categoría

Gestión de la ayuda

Enfoque VARD

Definición

Las siglas VARD significan Vinculación entre Ayuda de emergencia, Rehabilitación y Desarrollo. El enfoque VARD, por tanto, es una forma de gestionar las crisis humanitarias que intenta integrar los conceptos de ayuda humanitaria (la ayuda de emergencia y para la rehabilitación son formas de ayuda humanitaria) y ayuda al desarrollo, tratando de cubrir la laguna existente entre las intervenciones humanitarias (cuya perspectiva a corto plazo) y las actuaciones específicas de desarrollo (orientadas a largo plazo).

En esencia, el enfoque VARD aspira a convertir la necesidad de respuesta ante una crisis humanitaria (ayuda de emergencia) en una oportunidad para atajar las causas que originan la vulnerabilidad, aumentar la resiliencia del país y reducir así los riesgos en el futuro (rehabilitación); la mejora de las condiciones  permitirá entonces la puesta en marcha, en el medio y largo plazo, de programas de desarrollo.

Valoración

El enfoque VARD surge en los años 80 del pasado siglo en el marco de una revisión generalizada del asistencialismo que había predominado en la primera generación. Significa una visión más completa, comprensiva e integradora de las diferentes formas de cooperación, y una mejora evidente en términos de eficacia. La gestión de las crisis debe venir acompañada de una gestión de los riesgos (prevención) y de la consolidación de las estructuras políticas, sociales y financieras de los países que los sufren, facilitando la apropiación por parte de los gobiernos nacionales.

En los años 90 se levantaron críticas contra el enfoque VARD, al observarse que ciertas intervenciones humanitarias preconizadas bajo este enfoque fueron en ocasiones instrumentalizadas y politizadas en su propio interés por los países donantes. Estas críticas, lejos de menoscabar el enfoque, sirvieron como acicate para pulirlo y mejorar sus prácticas, pudiendo decirse que hoy en día sigue plenamente vigente, más aún teniendo en cuenta los desastres cíclicos que sufren diversas regiones como consecuencia del cambio climático.

El modo de desplegar el enfoque VARD dependerá de los factores causantes de las crisis humanitarias. Así, el enfoque VARD resulta más sencillo de aplicar en respuesta a catástrofes naturales, cuando se cuenta con la colaboración de las autoridades locales y ya hay implantada una estrategia de prevención y gestión de riesgos. Por ejemplo, cuando hay áreas de un país que han sufrido la catástrofe en menor intensidad, estas áreas pueden redirigir la ayuda hacia actividades que generen ingresos para la comunidad, mientras que las zonas más afectadas todavía tratan de salir de la situación de emergencia alimentaria o sanitaria.

Puede resultar más problemático, sin embargo, aplicar el enfoque VARD en estados frágiles o ante conflictos violentos, ya que existe un mayor riesgo de politizar la ayuda o de que ésta no llegue a sus destinatarios finales (corrupción, desvío de la ayuda, etc.) y termine favoreciendo la prolongación del conflicto armado. En estos casos hay que valorar cuidadosamente los orígenes de la crisis y, si la situación lo recomienda, conformarse con actuaciones inmediatas de alivio.

Ejemplo: En 2010, después de las inundaciones que asolaron Pakistán dejando 20 millones de personas afectadas, se suspendieron los programas de desarrollo en marcha para concentrar los esfuerzos únicamente en la ayuda de emergencia y de reconstrucción; cuando 6 meses después se intentaron retomar dichos programas, muchos tuvieron que abandonarse definitivamente. Por el contrario, durante la sequía que asoló el Cuerno de África en 2011/2012, en Turkana (Kenia) Oxfam Intermón siguió combinando la acción genuinamente humanitaria con el trabajo de ayuda desarrollo: mantuvo programas dirigidos a mitigar la inseguridad alimentaria mediante trasferencias de efectivo, a la vez que abogaba por una mayor protección social de los pastores por parte del estado y mejoraba la capacitación de los pastores para negociar mejor los precios y gestionar mejor sus finanzas.

Referencias

IECAH; 2010La vinculación entre ayuda de emergencia, rehabilitación y desarrollo. Estado de situación a nivel internacional y aportaciones para la formulación de una política de la Oficina de Acción Humanitaria.  

Comisión Europea; 2001 – Linking relief, rehabilitation and development – An assessment

Términos asociados

ayuda humanitaria, estados frágiles, resiliencia

Equivalencia en inglés

LRRD approach

Categoría

Eficacia de la ayuda

Estados fallidos

Definición

VER Estados Frágiles.

Categoría

Eficacia de la ayuda

Estados frágiles

Definición

Los estados frágiles o fallidos son estados que carecen de legitimidad política y cuyos gobiernos no son capaces de garantizar la estabilidad, la seguridad ni los derechos, así como el acceso a bienes para la mayoría de las personas. Dentro de este marco, estos factores de fragilidad pueden combinarse entre sí con mayor o menor intensidad; llevado al extremo, el paradigma del estado frágil es aquel sumido en un conflicto civil, sin autoridad ni legitimidad alguna, y sin capacidad por tanto para garantizar a su población la provisión de los servicios más básicos.

Valoración

Según el Banco Mundial, aproximadamente un cuarto de la población mundial vive en estados frágiles, lo que es sinónimo de pobreza y vulnerabilidad. Muchos análisis atribuyen las responsabilidades de la erosión estatal a los propios Estados y a sus factores internos, olvidándose de que se trata también de un proceso derivado de factores internacionales. De hecho, cabe preguntarse si la pobreza está en el origen de la fragilidad de los estados o, por el contrario, es la fragilidad de las estructuras estatales la que conduce a la pobreza. Sea de un modo u otro, se trata de dos problemas que requieren una solución conjunta.

Cuando la comunidad internacional se encuentra con un estado extremadamente frágil es muy difícil poder llevar a cabo una cooperación eficaz, ya que la propia inestabilidad del país impide hacer una planificación a largo plazo y la falta de legitimidad de sus instituciones dificulta la coordinación con los donantes. Es por ello que, en muchos casos, la única respuesta que se puede dar es la asistencialista, en forma de ayuda humanitaria o acciones de desarrollo muy puntuales y poco sostenibles en el tiempo.

Ejemplo: La ONG Fund For Peace, realiza desde el año 2005 un análisis sobre estados “fallidos” o frágiles, ordenando los países en un ranking en función de una serie de indicadores que cubren una amplia gama de factores que ponen en peligro la estabilidad de los estados. Estos incluyen indicadores sociales (presiones demográficas y desastres naturales, desplazamiento de personas, tensiones y violencia entre grupos, fuga de capital humano), económicos (pobreza y reducción del desarrollo económico, disparidades por razones étnicas y religiosas) y políticos y militares (corrupción, provisión de bienes y servicios públicos, independencia del poder judicial y violación de los derechos humanos, estado de las fuerzas de seguridad, presencia de élites e intervención de actores externos en los asuntos internos).

Referencias

Fund for Peace.- Fragile States Index 

FRIDE; 2006.- Fragile States: exploring the concept. 

Besley&Persson; 2011.- Fragile states and development policies. 

Términos asociados

Resiliencia

Equivalencia en inglés

fragile states

Categoría

Eficacia de la ayuda

Evaluación

Definición

Consiste en hacer una valoración, tan sistemática y objetiva como sea posible, de la eficiencia, eficacia, impacto, pertinencia y viabilidad, así como de la concepción, realización y resultados, de un proyecto, programa o conjunto de líneas de acción, a la conclusión de éstos o en un momento intermedio. Ha de proporcionar información útil que permita incorporar las lecciones aprendidas con el objetivo de mejorar el proceso o facilitar la toma de decisiones.

Valoración

El propio concepto de evaluación lleva emparejada cierta carga de subjetividad, ya que se evalúa con el fin de establecer unas conclusiones y recomendaciones de acuerdo a unos criterios, objetivos o estándares predeterminados que orientan la propia evaluación. Habrá que prestar atención a cómo se construye este marco lógico para que la evaluación sea exitosa. A pesar de ello, la evaluación de proyectos /programas /políticas es una herramienta imprescindible para ahondar en la eficacia de la ayuda y mejorar procedimientos e impactos.

Ejemplo: Los informes de evaluación de la Cooperación Española se pueden consultar en la web del MAEC. Se encargan a consultores externos que no han participado en la actividad a evaluar, y suelen concluir con una serie de recomendaciones con vistas a mejorar las experiencias futuras.

Referencias

OCDE; 2002.- Glosario de los principales términos sobre evaluación y gestión basada en resultados.

Términos asociados

gestión orientada a resultados, indicador de desempeño, rendición de cuentas, seguimiento

Equivalencia en inglés

evaluation

Categoría

Gestión de la ayuda